TOTEMS ABSTRACTOS EN EL INSTITUTO B7
Este año ha sido el quinto consecutivo en el que he participado en el proyecto “B7 Arts!”, vinculado al final de curso de 2º de ESO del Instituto Badalona VII. En esta ocasión conté con la ayuda de Miquel, jefe de estudios, Carme, tutora de plástica, y Lara, docente del centro, para diseñar y coordinar las actividades del taller de arte urbano que realizaron cerca de 120 alumnos durante una semana. Esta experiencia forma parte del crédito de síntesis, que les permite aplicar en una situación práctica los conocimientos adquiridos en las diferentes áreas trabajadas a lo largo del curso.
Teníamos la oportunidad y el reto de intervenir en las diez columnas de la entrada del instituto. Al ser lo primero que recibe, buscamos que transmitieran una bienvenida cálida y transformase el hall en un espacio más vivo y colorido. Encontramos una conexión con los tótems, elementos que en la mitología de algunas sociedades se entienden como emblemas protectores de la tribu o del individuo, y propusimos que cada grupo de alumnos generara los suyos propios.
Explorando culturas y símbolos para inspirarnos
La primera sesión introductoria sirvió para reforzar los contenidos que Carme ya había trabajado en plástica durante el curso, centrados en las composiciones, la combinación de formas y el equilibrio visual mediante la geometría. Presenté algunos de mis murales abstractos junto a ejemplos de tótems de distintas culturas del mundo, explicando sus significados y estilos. Con esa información realizamos cuatro sesiones creativas en las que los alumnos improvisaron secuencias con figuras geométricas recortadas en cartulinas de colores. Estas formas se trasladaron al entorno digital para generar dibujos vectoriales que luego se convirtieron en vinilos recortados.
Mientras algunos grupos realizaban cuatro rutas de observación de arte urbano por el barrio, el resto de alumnos comenzó a pintar, bajo la supervisión de Lara, los fondos de color en las columnas. Previamente habíamos marcado la superficie y la habíamos dividido en rectángulos del mismo tamaño, de manera que en cada columna se pudieran desarrollar tres tótems verticales.
Formas, colores y texturas en equilibrio
Posteriormente llevamos a cabo ocho sesiones de pintura abstracta sobre los fondos ya preparados. Los alumnos trabajaron en grupos de cuatro, utilizando distintas herramientas para experimentar con manchas, líneas, texturas y símbolos, partiendo de los seis colores de base. La propuesta consistía en expresar ideas y sensaciones de forma abstracta, sin recurrir a figuración en cada espacio a intervenir.
Tras el fin de semana de descanso, continuamos con la última fase de creación de los tótems. Los grupos pegaron sobre las columnas las figuras geométricas recortadas en vinilo, componiendo verticalmente desde abajo hacia arriba, combinando distintos tamaños y rellenando huecos con piezas más pequeñas. Al terminar, se pintaban de negro los huecos y, al retirar los plásticos tras el secado, aparecían los tótems, llenos de fuerza y color que los propios alumnos habían creado.
La fuerza de la colaboración y la energía colectiva
El resultado final es una obra colectiva que ahora forma parte del Instituto, reflejando la creatividad, el esfuerzo y la colaboración de los alumnos. Durante todo el proceso trabajaron codo a codo, compartiendo ideas, resolviendo retos juntos y apoyándose mutuamente, construyendo no solo sus tótems, sino también un fuerte sentido de cooperación y pertenencia.
La implicación del profesorado fue clave para el éxito del proyecto: Carme y Lara, junto al resto del profesorado, estuvieron presentes en cada sesión, acompañando a los grupos, orientando y motivando a los alumnos y asegurándose de que el proceso fuera fluido y enriquecedor.
Además, las fotografías realizadas por Fer Alcalá capturan la intensidad, la alegría y la concentración de los estudiantes durante todo el proceso, convirtiéndose en un valioso testimonio visual de esta experiencia y celebrando el gran trabajo colectivo realizado.
Acerca de este proyecto
Entidades colaboradoras
Instituto Badalona VII
Créditos
Fotografías: Fer Alcalá